¿Qué son? Las enfermedades
cardiovasculares (ECV), es decir, del corazón y de los vasos sanguíneos, son:
- La cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco (miocardio).
- Las enfermedades cerebrovasculares: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
- Las arteriopatías periféricas: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores.
- La cardiopatía reumática: lesiones del miocardio y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos.
- Las cardiopatías congénitas – malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento.
- Las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares: coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.
Los ataques al corazón
y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos que se
deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el
corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de
grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el
cerebro. Los AVC también pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o
coágulos de sangre.
Principales factores de
riesgo
Las causas de las ECV
están bien definidas y son bien conocidas. Las causas más importantes de cardiopatía
y AVC son los llamados "factores de riesgo modificables": dieta
malsana, inactividad física y consumo de tabaco.
Los efectos de la dieta
malsana y de la inactividad física pueden manifestarse como "factores de
riesgo intermedios": aumento de la tensión arterial y del azúcar y los
lípidos de la sangre, sobrepeso y obesidad.
Los principales
factores de riesgo modificables son responsables de aproximadamente un 80% de
los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular.
También hay una serie
de determinantes subyacentes de las enfermedades crónicas, es decir, "las
causas de las causas", que son un reflejo de las principales fuerzas que
rigen los cambios sociales, económicos y culturales: la globalización, la
urbanización y el envejecimiento de la población. Otros determinantes de las
ECV son la pobreza y el estrés.
Síntomas frecuentes
La enfermedad
subyacente de los vasos sanguíneos no suele presentar síntomas, y su primera
manifestación puede ser un ataque al corazón o un AVC.
Los síntomas del ataque
al corazón consisten en dolor o molestias en el pecho, brazos, hombro
izquierdo, mandíbula o espalda. Además puede haber dificultad para respirar,
náuseas o vómitos, mareos o desmayos, sudores fríos y palidez.
La dificultad para
respirar, las náuseas y vómitos y el dolor en la mandíbula o la espalda son más
frecuentes en las mujeres.
El síntoma más
frecuente de los AVC es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza
muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas consisten en la
aparición súbita, generalmente unilateral, de entumecimiento en la cara,
piernas o brazos; confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se
dice; problemas visuales en uno o ambos ojos; dificultad para caminar, mareos,
pérdida de equilibrio o coordinación; dolor de cabeza intenso de causa
desconocida, y debilidad o pérdida de conciencia.
Quienes sufran estos
síntomas deben acudir inmediatamente al médico.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs317/es/index.html
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