Es la inflamación de las amígdalas, las cuales son unas estructuras de tejido carnoso situadas a ambos lados del paladar,
encargadas de luchar contra los gérmenes que entran en el organismo a través de
la boca. Durante una amigdalitis estas estructuras se encuentran inflamadas:
aumentadas de tamaño, enrojecidas, y en ocasiones presentan exudado blanco-amarillento
en su superficie.
Es una enfermedad muy frecuente sobre todo en niños, causado por virus
o bacterias (habitualmente Estreptococo del grupo A). En éste último caso, se
suelen observar exudados en la superficie (placas en las amígdalas).
¿Cómo cuidar de un niño con amigdalitis?
Durante los días que dura el proceso, que suele ser inferior
a una semana se recomienda reposo relativo, asegurar la ingesta de líquidos
para evitar la deshidratación, facilitar la ingesta de comida con alimentos
blandos y que no estén calientes y aliviar el dolor y fiebre mediante
antitérmicos o antiinflamatorios. El médico, tras la inspección del niño, su
estado general y sus amígdalas podrá orientar si la causa es vírica o
bacteriana, y en este último caso prescribirá antibióticos.
¿Como prevenir las amigdalitis?
Las amigdalitis son contagiosas, y se recomienda evitar el contacto con
secreciones nasales u orales, así como evitar el contacto estrecho con personas
contagiadas. Es recomendable también el lavado frecuente de manos con agua y
jabón así como los utensilios de mesa. En el caso de que se produzcan
amigdalitis bacterianas con frecuencia, se puede indicar una
amigdalectomía, que consiste en la extirpación de las amígdalas mediante una
intervención quirúrgica.
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