Parece mentira, pero somos nosotros mismos quienes
conspiramos en contra de nuestra superación personal, nos dejamos llenar de
sentimientos de angustia, temor, ira y desilusión, como si no tuviéramos ningún
control frente a ellos, como si no pudiéramos decir "ya no voy a sentir
esto y punto". Nos dejamos inundar de miedos y los encubrimos con excusas,
con esperanzas vanas, esperando el momento adecuado, el minuto perfecto para
cambiar de vida y entonces ese minuto nunca llega, lo que arriba es la pereza,
el pesimismo y las postergaciones propias del espíritu conformista.
Desde cuando estás hablando de tus planes y de los deseos
por darle un nuevo rumbo a tu existencia, sin embargo, todo se queda sentado en
las palabras, sílabas muertas que argumentan porque no se pudo hacer esto o lo
otro. Qué pasa con ese negocio que desde hace tiempo quieres emprender; qué
pasa con esas clases que necesitas tomar; qué pasa con esas notas que desde
hace tiempo debes sacar; qué pasa con ese trabajo que sueñas conseguir; esos
proyectos de los que has imaginado tanto; o esa dieta que necesitas empezar.
La superación no llega por si sola, un día no te despiertas
y descubres "ah que bien, soy una persona diferente", no, quien te
quiere vender esa idea te está dando frutas podridas en lugar de frescas; la
superación personal requiere acciones concretas, el simple deseo no basta, se
necesita planeación, esfuerzo, trabajo contínuo, resistencia.
Llegar a convertirse en una persona evolucionada no es un
proceso fácil. Implica dejar atrás muchas formas de pensamiento y
comportamiento que se han ido adquiriendo con los años. Todo este proceso de
cambio en busca de la superación es duro pero también maravilloso porque lo que
tratamos es de renacer a una nueva realidad, a un individuo nuevo que ha
logrado una evolución en su actitud frente a la vida.
No pienses que vas a encontrar un cambio personal con la
adquisición de bienes materiales; tener nuestras cositas es muy lindo, muebles,
ropa, una casa, pero te aseguro que nada de ello te hará un mejor ser humano,
las cosas materiales son como esparadrapos, te cubren la herida pero no te la
curan, y nunca podrás ser feliz entre casas y carros hasta que no hayas
evolucionado espiritual y mentalmente, hasta que no hayas resuelto tus íntimos
conflictos personales.
La superación personal no es exclusiva de una determinada
edad; jóvenes y personas mayores -hasta muy viejitos - son capaces de lograr
grandes empresas, de cumplir grades sueños, sin detenerse a dudar por la falta
de experiencia o por el desgaste natural que traen los años.
Estoy segura que estas páginas de Tu Superación Personal te
van a ayudar, mostrándote algunas de las conductas negativas que debes evitar y
otras positivas que debes cultivar. La decisión de evolucionar es tuya y está a
tu alcance. La superación personal duerme en ti, despiértala ahora.
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